Era el de ellos un amor multiplicado,
donde nunca tuvieron división,
sumaban sus caricias y sus besos,
y vivían en constante rotación.
Integraron sus sueños al infinito,
se negaron a la derivación.
No consintieron tener vidas paralelas,
sus problemas resolvían con reflexión.
Ellos se amaron en total correspondencia,
al cuadrado elevaron su pasión,
sus raíces unieron a un binomio,
que se inventaron en biunívoca ilusión.
En sus vidas no existió monotonía,
ni fracciones, ni complejos,
¡solo amor!
Se entregaron uno al otro por entero,
dos variables en una única ecuación.