\"UN SUEÑO\"
Ya es de noche,
el cansancio cierra mis ojos, todo es silencio y oscuridad...
El sueño, cual juguetón duendecillo,
me abraza y me envuelve.
Todo parece transformarse...
y casi sin darme cuenta,
me siento transportado
a un reino maravilloso,
qué quisiera, fuese realidad...
No me resisto y me dejó llevar...
¡Qué tranquilidad!
¡Qué majestuosa belleza!
Todo es paz y armonía,
y en el centro de todo,
solo tú, esperándome...
¡Que imagen admirable, sublime y tierna,
inunda todos mis sentidos... Eres tú y me siento feliz,
tu figura radiante,
todo lo ocupa...
Tus ojos, tranquilos y sensibles, cual dos hermosas perlas negras,
todo lo observan...
Tus cabellos de un profundo azabache,
ágiles danzarines,
ondulan al ritmo de una suave brisa,
cual acompasada musiquilla celestial...
Cada vez soy más feliz...
Ahora mismo, quisiera correr, tomarte en mis brazos,
rodear todo tu cuerpo
y depositar en tus labios, cual caricias de rosas,
un beso...
Pero sé que no puedo...
Lo deseo, lo intento,
un paso más,... casi te tengo...
¡Oh desilusión!...
tu imagen se pierde,
se disipa...
Una neblina tenue,
todo lo cubre, lo entristece, haciendo caer el telón
de mi sueño fugaz...
Ya despierto,
poco a poco abro los ojos,
ya no hay silencio,
y la luz, que no quiero,
todo lo ocupa,
solo mi corazón se resiste...
no quiere despertar...
está contigo, te siente cerca,
te desea, te ama...
¿Por qué... por qué?...
¿Quién me responde?...
Y alguien sin rostro definido, dirá:
Ha sido un sueño, un sueño nada más...
Roberto Bardecio Olivera
(4/8/1976)