Si, amor, esta lluvia derrama
Sobre el valle gotas de pasado.
Se mueven los chopos que mecen el rio
Desbordado, busca su primigenio espacio,
Como nuestros corazones tendidos y mojados.
Anduvimos por desiertos de piedras
Y desayunamos té con pasta en la casa de tus padres,
era una mañana de primavera,
te empeñaste en llamar por teléfono a la estrella más lejana,
era el año del calamar gigante en la Ribera,
tus padres te riñeron por traer a un nativo ,
un asilvestrado , un escalador de pinos,
Un capturador de nubes ,
Un caminante del barro,
Un poeta que escribía como su misión secreta.
Yo te saludaba, herido desde la playa de tierra,
Y jamás me devolviste una sonrisa siquiera,
Fui la historia que contar en tu colegio de Amberes,
Un medio embuste…quizás, un alarde de doncella.
Y me dolió el tiempo tuyo, se apoderó de mis horas,
Y encerrado en mi cubil aullé escribiendo poemas.
Paco José González