En dos caníbales hambrientos se han convertido mis labios;
Pero más allá de conseguir un trozo de su delicada y suave piel,
Lo que más desearía mi alma seria que en uno de esos bocados pudiera arrancar esa repulsión que lo invade de repente;
Y hace que me sienta desbordadamente insoportable.
Sin que usted lo note un demonio se pasea entre nosotros y con las cadenas del pasado me lastima y de paso lo arrastra de mi camino.
Pero usted me conoce mejor que ese demonio y sabe que lucharé con todas mis fuerzas contra el enviado del mal;
No hay cabida para el mal en este sublime sueño.