Apresado a mis temores
me olvidé vivir la vida
nunca tuve la atrevida
ambición de progresar
se fué toda mi partida
a ese mazo de esperanzas
cobardía de mi alma
que no supe barajar.
Me topé cientos de amores
que salían a mi encuentro
me mostraban sus pasiones
en la cara y sin pudor
cuanto mas me apetecían
más y más me acobardaba
me negaba el sentimiento
por no abrir el corazón.
Una tarde de encendidos
copetines de amistades
salí presto a mi morada
a encerrarme en mi bajón
y una luz me dió en la cara
como un sol apabullante
y fué justo en ese instante
que mareaste mi razón.
Hoy estamos bien casados
con dos pibes excelentes
hoy disfruto este presente
me olvidé de mi temor
hoy le doy para adelante
soy caballo desbocado
porque estoy enamorado
y eso te lo debo a vos.