Quiero conocer la calma
junto a tu silueta y semblante, amor mío.
e ir levitando sobre los rosales del jardín,
que se desprenden del estío.
Vayamos por las estaciones
para ver cuál tren primero llega,
y encaminarnos por un viaje sin destino;
por un recorrido de pies y ruedas.
Quiero llevarte cerca del abismo,
para contemplar el alba.
y así descubrir, en tus pupilas,
lo vulnerable de tu alma.
Vayamos hacia la nada
para encontrar el todo, y un poco más.
grabemos en murales el caos de este amor,
aferrados al frenesí del mar.
Por último, acompañame a
convertirte en prosa y letra;
te acompaño a que me conviertas,
en verso y acuarela.