Como una flor que crece en un solo lugar,
como un mayo de santos de cartón y arcones viejos,
como la vida privada de las máscaras y las esquinas rotas del deseo,
como la muerte de un ciprés y un baptisterio de agua oscura,
como un solitario andén y la itinerante vida de un sombrero,
hay una lluvia trazando las horas de la melancolía,
transeúntes acometiendo e tumulto de las calles,
veletas al vaivén de la lumbre y la tormenta,
dársenas vareadas por olas que regresan de la abisal amnesia,
ánades aprestando su vuelo hasta el fin de la tierra,
pianos componiendo rompecabezas
y niños que juegan con la escarcha y lo que queda del día.
Entre el enrmado ocaso y la nada,
un eco de campanas desnuda el paisaje,
y no existe más horizonte que la quietud
tras el cimbrar del mar contra los astros.
Como una herida recién abierta va creciendo desde el silencio
la brillante cicatriz que da nombre a tu recuerdo.
\"Pájaros de niebla\" (2022)