Soy un enamorado de la Paciencia,
del control, y de las buenas formas,
son ramas claras de las bellas plantas,
la asertividad y la empatía me emociona.
De la paciencia hay una peligrosa carestía,
hay una inflación galopante de megalomanía,
de la creencia en el absolutismo y la primacía,
el diálogo ateniense es ya una bella utopía.
Yo nunca he creído en la jerarquía impuesta,
la jerarquía cada día se demuestra,
con calidad, educación y meritocracia,
con clase , y preponderancia de la infinita paciencia.
Si no hay paciencia, sino hay justicia,
pues habrá individualismo y guerrilla,
habrá soldados que hacen la guerra por su cuenta,
y al final abejas que se van a las flores solas.