rosamaritza

neblina...

 
 
 
 
Abrió la puerta, y el olor a tierra mojada era cada vez más penetrante,
 
algunos helechos colgaban a lo largo del corredor de la casa,
 
y a través de los techos rojos, un ligero rocío deslizaba sus gotas de cristal,
 
mientras saboreaba una taza de café humeante en sus labios,
 
el jardín desaparecía lentamente entre la neblina
 
 
 
Y la vida continúa…