Alfredo Saez

-Las campanas del pretil-

 

 

La antigua, recia maldad de los dioses,

y la sacra divinidad de los humanos,

congelan fueguinos las ideas precoces

en un finito universo de pasamanos.

 

Las seriales responsabilidades rotativas

y abundantes licencias sin goces de ocios,

curten tiempos de pandemias intempestivas

que se hunden elusivas en oscuros negocios.

 

Desde Paraísos y Olimpos, de reojo miran

cuando las blancas salas terapéuticas lloran,

 lágrimas secas en caos y epopeyas que giran

entre quienes, por  desvalidos, casi no oran.

 

-\"Pasará…pasará…pero el último quedará\"-

canta la rica sabiduría del canto infantil,

pureza germinal que alguien retomará

cuando felices campanas dejen el pretil.