Tu ser inerte, relámpago en el aire.
Fija estructuras que pertenecen a facciones,
rostros, temperaturas, labios que desaparecieron,
besos que, con flores, dinamitaron tus muslos
adolescentes.
Se fechan acontecimientos, para no aburrirnos de dios,
regresan como aves, las muchedumbres coronadas
por la distancia.
Tu ser líquido que vive, entre pocilgas, este sol matinal,
la legendaria aljibe, tapones de cerumen y vestigios
de desodorantes vegetales, vehículos obstruidos por la
madurez del insolente gallo. En círculos destinado,
mi cuerpo se hará brutal, persiguiendo flores al alba.
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