Dumo

Esperanza

Aún espero su regreso, aunque nunca estuvo conmigo, aún espero su mirada, sus ojos que en mi rostro se clavaban y sus labios me regalaban sonrisas que me animaban el alma, inevitablemente en mi rostro la felicidad quedaba marcada, porque fui dichoso cuando ella estaba y el tiempo corría como si se me escapara, pero el único que no podía escapar era yo, sus brazos me rodeaban y su cabello me enredaba, atrapado por semejante ser que tristemente no esperaba nada, aunque mi corazón como mendigo toda esperanza aguardaba.

La lucha no fue en vano, sé que en su alma queda guardada, el querer de un joven tonto que lo arriesgaba todo sin esperar nada. No quiero que te arrepientas si alguna vez lees esta carta aún te sigo esperando con todas las ganas, tampoco quisiera que te disculparás, entiendo la promesa que tu corazón arraigaba. No tardes mucho que a mi vida urge compartir todos los sueños que alguna vez se crearon junto a ti y se perdieron el día que nos dejamos partir.