EL QUETZAL EN VUELO

TE MEREZCO

 Yo fui quien hizo que dejaras tus muñecas y te enseñe a vivir el amor, aquella mañana, Llene tu cesto de flores donde había dulces y golosinas, peine tu pelo y alisé tu vida, En las primeras crisis de adolescente, cuando peleabas con tus padres y hermanos. Porque yo tuve la paciencia de esperar que maduraran tus años.

 

Porque siempre reserve un espacio para ti en mi poesía, en mi pensamiento siempre has estado y mi vida no es completa si tu no apareces y no cobijas mis esperanzas, yo te merezco porque mi cama es cada vez más ancha sin ti y mi guitarra se niega a emitir cualquier tono, si tú no te paseas por sus cuerdas y le dictas la canción.

 

Te merezco, porque yo fui el que junto cada petalo de margarita y las obligo a decir la verdad sobre mi corazón, plante en tu corazón mis violetas y aspiré su olor que despedía tu cuerpo. Fui yo, quien recorría muchos kilómetros para estar contigo, cuando cumplas año o tu corazón necesita mi aliento. Siempre yo, yo, aquel de ahora.

 

Yo siento, pienso y creo que te merezco, porque a pesar de tener presa la garganta y silenciado el pensamiento, hable contigo en la distancia, te pensé y busque por todos los valles del olvido, me senté a esperar junto a mi perro una noticia tuta, en tu cumpleaños y queriendo entrar el invierno siempre te envié mi poema más sentido

 

El recuerdo, la nostalgia y el amor, tiene sus propias inercias, a veces el sol parece tan distante de la luna sin embargo hay noches y días que se juntan, se eclipsan, se aman, comparten sus luces y dejan a todos en la oscuridad, se maravillan los cielos, se encelan las estrellas y la tierra nunca deja de girar. Como nosotros; cómo tú y yo.

 

Fue por ti, que yo tome aquel camino de polvo y nubarrones, mi barca naufrago y opte por regresar, te busque tarde noche y madrugadas, en las noches d e insomnio le pedí a mi guitarra que me llevara a tu canción, a mi nariz, le rogué por tu olor, por tu pelo y mi boca siempre sedienta, mis brazos en ansiedad y yo esperando siempre.

 

Yo creo que te merezco, poque me lo dijo la vida, ayer de tarde que te esperaba junto al recuerdo. Dice el corazón que el primer amor nunca se olvida, el primer beso no se borra y que el corazón no puede habitar en dos corazones y prefiere quedarse solo como cisne en el lago d ellos recuerdos navegando entre nostalgias. Como tú.

 

En fin, yo se que te merezco. Porque eres el amor de mi vida, yo soy el amor de tu vida, porque una espera tan larga no se da solo por obsesión, sino por amor. Contigo o sin ti, yo seguiré, preso de tu amor, esperándote en el mismo lugar, con el mismo amor adolescente, valiente, atrevido, poético y sobre todo…VERDADERO

 

 

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO