Abre parcela en tu corazón Marcela
la radiante mirada del amor profundo,
hay alrededor signos de noche excelsa
alumbran estrellas de este mundo.
Lugar lleno de rosa y mariposa
para decir te quiero; ¿quieres ser mi esposa?;
lágrimas de gozo y la sortija posa
en tu mano fina cual fuera de Diosa.
Y ante la respuesta que atraen los besos:
rojos latidos corazón alarde,
se unen lasos para ser ya presos,
para siempre llenos de ese amor que arde.
Serás mi esposa ¡Oh Marcela!
y que en este pedido también el cielo quiera. Fin
Lic. Isaias Gonzalez Arroyo