Mujer proletaria de todas las naciones
que trasciende el tiempo y el fuego
consagrando sus ruinas a las cenizas
que acuchillan su alma
en la profundidad inmemorial de sus años
Mujer obrera de todos los pueblos
sin apellido ni título que llene su plato
de las manos sin tiempo entre fardos de ropa
la de la vida sin letras
alimentando a sus hijos
Mujer trabajadora, campesina y cocinera
de todas las latitudes, de todos los campos
pariendo sus sueños entre ollas de barro
bendiciendo los días, aunque la llenen de espanto
cuando la sal es mortero y esperanza un canto
Mujer hermana mía, de todas las calles
de todas las tierras, ciudades y razas
mujer sin prejuicios, sin odio, sin llanto
déjame tomar tu mano y vivirla por dentro
amar tu vientre puro, de hijos y nietos
y gritarle al tirano que el cielo es tu patria
la tierra tu cuna y tu vida la mía
Mujer estaca en la tierra, surco y madera
Mariposa y capullo, cigarra, primavera
Diosa de la madrugada, hermana mía
Proletaria