EL NIÑO Y LA CALLE DURA
Vas triste, caminando pensativo,
Sin una morada donde llegar,
Luces tus piececitos ampollados,
Por el asfalto caliente por el Sol.
Levantas la mano para una limosna,
Tienes sed y hambre de varios días,
Que el estómago cruje por comer,
Y tus labios piden un poco de agua.
Mientras que el niño rico te mira,
Tiemblas por la anemia severa,
No sabes si mañana estarás vivo,
Un futuro incierto para tu vida.
Recuerdas el regazo de tu madre,
Que hoy está en el cielo infinito,
Tus pasos van si norte ni un sur,
Acompañado de la soledad amiga.
Solo te mantiene la fe y la esperanza,
Que la democracia sea igual para ti,
¡oh! niño vagabundo, no desmayes,
Sigue adelante en tu lucha valiente.