Mauro Enrique Lopez Z.

Triste Mañana

Triste fue la mañana cuando te fuiste,

solo fue esa mañana; hasta estaba 

lloviznando, tal vez era por Tu ida, pero 

llego el sol radiante, la pena que 

tenía creo con un rayito me abrió mi sentido del humor; Con gusto celebre en casa con 

muchos mariscos.

 Hoy doy gracias a Dios, que no sufro de pena ni tristeza, que me amargue mis días y de ella 

no se que rumbo tomaría; que bonito 

es mi vida sin tener su presencia o su 

mal genio que tenía.