Desistir, fugándose por los recuerdos
intentando que la piel no sienta
que el alma no muera,
lanzándose entre barrancos
abrazando memorias
deteniendo latidos, hasta convertirlos en piedras
que aprisionan el pecho
triturando los huesos
Desistir, abandonando el coraje
para enlazarme al olvido
prefiriendo morir cubierto por sombras
de rutinas y apatías
de soledades y espantos
Rendirse sin intentarlo
rendirse intentándolo
rendirse es difícil
cuando se diluyen las palabras
y se estruja el ímpetu
deslizándose sobre instantes
perfumados de anhelos
Rendirse sin libertad
con las manos cerradas
y los párpados blindados
Rendirse sin respiración
con agua en la mirada
presintiendo el adiós
presagiando el olvido