Es ésta la flor que un día
floreciera en mi jardín
arrancarse quiso sola
y así no sentir morir.
Esa flor por vez primera
la vida vio sonreír,
pero no pudo siquiera
Sus pétalos rojos abrir.
Y se sentó en mi jardín
esperando que algún día,
viniera el consuelo loco
que acabara esa agonía.
Y esa pobre flor murió
en la espera de la dicha,
al creer que llegaría
solo buscó su desdicha.