En tu mundo hay secretos inescrutables.
Cada vez que te observo, te siento huraño.
Lo tuyo ya parece un misterio insondable.
Tanto celo, semeja a los novios de antaño.
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El amor real debe caminar en plena libertad.
Los celos y los misterios, empañan el cristal;
los ocultamientos, no son actos de bondad.
Restan fluidez, y evitan un encuentro cabal.
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El tuyo, es un afecto lleno de raros decretos.
Es extraño qué quieras amarme, en silencio.
Amar es algo más que ratos y fútiles secretos.
Si no hay cambios, a vivir sin mí, te sentencio.
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El amor tiene su espacio capital en el corazón
y el misterio y el celo, lo colman de “sin razón”.