Estaba sentada mirando la luna
Sintiendo el aire rozando mi mejilla
supe que tu presencia estaba allí.
Alcé mi rostro te miré y tu voz al oído me habló,
Me volví hacia atrás viendo el pasado,
Y al frente mi futuro percibiéndolo resoluto,
A través de tu hermoso rostro cristalino
Mientras alimentabas al cielo estrellado.
Después de observarte tanto tiempo
Me di cuenta de lo que eres y comprendí tu soledad,
Caminé lentamente hacia ti y me diste la bienvenida,
Me hiciste sentir la suave arena bajo mis pies,
El golpeteo de las olas recordándome que aun estoy aquí,
Mirando hacia adelante y aprendiendo de tu fortaleza.
Miles de lunas han pasado, sobre tu inmensa vida,
Una vida llena de aventuras, pasiones y dolores
Las mismas que guardas y solamente tú sabes.
Con el paso del tiempo mis ojos se han ido llenando
De atardeceres y las nubes llorando por causa tuya,
Junto a ti he visitado lugares increíbles
Que solo en sueños me son posibles ver.
Me han llamado loca por hablar contigo y de ti,
Pero hasta hoy solo tú comprendes mi soledad
Por eso te obsequié todo de mí, mi alma mi corazón
y mi amor a pesar de que tu esencia ya no esté aquí.
Hoy habré de comenzar con una nueva era
Aunque con pequeños pedazos de la nuestra.
Pensaré que no deben dejar de sonar las campanas,
Donde el repique de tu voz aún se oye en ese salón vacío,
Pensaré que la vida nos cruzó para enseñarme,
Que a través de ti podía ver lo maravilloso
Del tiempo que pasamos juntos,
Tiempo que hasta hoy ah quedado tatuado en mi piel...