Heladas Cenizas
El pobre corazón es flojo de espíritu,
cuando en el instante y el alma es ímpetu,
porque en el alma se siente como heladas cenizas,
o como el mar y las heridas tan saladas,
o como el mismo sol que mata el fuego,
y como el mismo y desertor juego,
se siente como el mismo paraíso,
vivo y tan inherente como el suave hechizo,
en que las heladas cenizas fueran un fuego tan fuerte,
y ahora queda un abismo tan cruel como lo fue perderte…