Esa violencia machista
que asesina sin pudor
son signos de egocentrista
cegado por el rencor.
No admiten ser rechazados
torturando sin piedad
son cual viles desgraciados
que anulan la voluntad.
Son conscientes de su afrenta
del daño que va a causar
pero su odio alimenta
su forma de maltratar.
Son escoria de este mundo
una casta a desechar
son ese espíritu inmundo
que debemos desterrar.
El respeto a la pareja
ha de ser como un altar
adorarlo se aconseja
si se puede, idolatrar.
Classman