Suicida - Parte II -
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La concentración en esencia
requiere de un yo que presente
sea el centro de nuestra mente,
al menos esa es mi creencia.
No hay persona que en plena noche
sumergida en sus pensamientos
entienda el porque por momentos
se siente como un vil fantoche.
Sigue rondándome el suicidio
como icono de libertad,
sé que no es ni será verdad
lo que tengo por loco idilio.
Para muchos me hago el enfermo:
- que soy un tipo perezoso,
- que vivo del drama engañoso,
- que si como hombre soy un muermo,
y piensan: está deprimido,
puede que ellos lleven razón
que está ya harto mi corazón
de vivir siempre confundido.
Cruzado el Ecuador, mi vida
la retrotraigo miro y veo,
que todo aquello en lo que creo
no deja de ser fugaz huida.
Y se rompen mis ataduras.
Y mi vida pierde el sentido,
y mi mente cuece un cosido
que habla de estas mis horas duras.
He de crear un cielo nuevo,
me he de crear hoy otra tierra,
he de escapar pues se me cierra
la vida entre tanto revuelo.
Se acabó el Alfredo Daniel,
ese que da pena en sus versos,
hoy sus pensamientos perversos
fabricarán dulces de hiel.
Sólo aquel cambio me dará
la oportunidad de un inicio
dónde olvide lo del suicidio
y al fin conjugue el verbo amar.
Es estúpido suicidarse...
más tonto no saber amarse.
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Alfredo Daniel Lopez
En el autobús camino a Úbeda, España
Febrero del 2022
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