Me dices que siga soñando y así lo haré…
soñaré por ejemplo
que un día de otoño cualquiera
alguien llamará a mi puerta,
me arreglaré rápidamente
mirándome al espejo que refleja
mi ansiedad por saber quién es…
Abriré y allí estarás
con la sonrisa más traviesa que jamás vi…
con la mirada más tierna que nunca conocí
y con voz grave y serena me dirás:
“Aquí estoy...vine por ti”…
Me quedaré sin saber qué decir…
muriéndome por abrazarte…
más una tonta timidez paralizante
me impedirá pronunciar una sola palabra…
me quedaré mirándote
estudiando cada parte de tu cuerpo
observando tu rostro moreno
mientras por dentro
repasaré cada argumento:
“que es muy tarde para volver a empezar”
“que la vida ya dejó muchas heridas”
“que ya no quiero fracasar”
“que tengo miedo de amar”...
Y entonces...tendré que decidir
(como en una película que vi)
si dejarte entrar e invitarte a que te quedes
por el resto de mis días…
o dejarte ir...y empezar a morir…
poco a poco...lentamente…
Me dices que siga soñando...y así lo haré…
soñaré por ejemplo
otro final para este cuento…
Soñaré que al abrir la puerta
tu aroma a mar me invadirá...
tu viril presencia me cautivará…
extenderás tus brazos hacia mi…
me abrazarás tan largo
como la distancia que te separa de mí…
y así acurrucada a tu cuerpo,
sintiéndome pequeña, mimada, acariciada,
aturdida por tanto sentimiento,
escucharé tu ronca voz diciéndome:
“Soy yo...aquí estoy...vine por usted”
y esta vez...me quedaré sin argumentos…
y me iré contigo a completar el tiempo
que nos quede por vivir…
y será el final que siempre quise…
el final más feliz para este cuento…
Me dices que siga soñando...y así lo haré
cada noche y cada día…
viviré de fantasías...
hasta que se cumplan mis sueños...