- a Iván Semilla
Sin focos.
A pelo.
Sin voz desgarrada
ni humo de los cigarros,
flotando
-manta de niebla
en las mesas de un viejo club
porteño-.
En calle desangelada
-cemento reluciente-
sin la ceniza del pitillo,
al filo de la madrugada:
magia de baile
entre dos agarrados
en grácil movimiento de pasión,
no perturbándose
de ella el peinado.
Cuerpos,
hechos libélulas.
que se desdoblan
entrecruzados
-ritmo cordial-.
Tango sensual.
-"Si te resbalas,
sigue bailando"-.
Bella estampa que hace romper
las telas
de mi corazón pasional
en la madrugada alta
que la noche revienta,
de estrellas que se van...
(El tren patagónico va cortando
paisajes...)
(Salvador)