¿Y qué fue de las olas?
Aquellas murmuraciones del infinito
que se mecen olvidadas
por el amor de la luna
y se desligan del sol en cada tarde
amamantando bestias insaciables.
Jugadores de metal punzante
porvenir de corazones rotos
salados por el viento.
¡Ah las olas del crepúsculo!
Ah los ángeles de sombra
Ah los caminos imposibles
del fin absurdo de la orilla.