Las 10 de la noche,
la multitud de ti llegó antes
incendiando esta habitación:
tus ecos se deslizan lentamente por las paredes
como labriegos cantores,
el recuerdo de tus manos mezcló la luz con las sombras
creándote transparentemente.
Tu nombre entró por la ventana clavando
su estandarte definitivo
y tu aroma trajo jardines inmarcesibles.
¡Los relojes se agotan
y todo se repite!
LRL
11-2-2022