Crece este verso
que forma mi poesía,
como crece el universo
que se expande en eterna armonía.
Sin embargo, aquí no hay garantía,
este es un juego perverso,
y aquélla simetría
vuelve al reverso.
Pero el anverso,
con su psicología,
retorna tenaz, inmerso
en una persistente alegría.
Vaticina la filosofía
que en este mundo diverso
oscilan cada día
el primer verso
y su reverso...