Milena Barza

Las horas

Quién sabe si pasan las horas

donde sólo hay dolor…

Cuando la dicha en ti mora

siempre amenaza el reloj,

más cuando la pena te agobia,

no tiene apuro el dolor...

La pena llega a deshora

y se marcha sin reloj.

 

Si en el tiempo de mi historia

es milenario el dolor,

¿de qué me sirven las horas

si no me brindan amor?

No tiene giro mi suerte, do

quiera vire mi proa,

he allí anclado el dolor.

 

¿Por qué correr tras las horas

si lo que aguarda a babor

no puede hacerme dichosa?

¿Por qué derrotar las horas,

si la dicha es un adiós,

quedo y lejano, que ahonda

los abismos de mi yo?