Cuando se termine tu amor
quizás no hayan rosas
que quieran renacer
en tu vida misteriosa,
ni laureles ni jazmines
que anhelen revivir
aquel sentimiento
que tu ausencia mitigo;
solo quedará la luz tenue
de tus ojos que arrullen
tu silencio sobre la osadía
de tus vagos recuerdos
entonces la diosa del amor
pedirá unas últimas
plegarias a la luna
y un eclipse serán tus dudas
ante tu pueril corazón
que lloro ante la sed
de tu amargura y dolor...