En el nombre de esas cosas
que no se explican, que no se razonan.
En el nombre de esas cosas
que se sienten bien adentro.
No conozco ni conoceré,
tu cara sufrida, macha, buena, gaucha.
No conozco ni conoceré
lo que te tocó sufrir y porqué.
Pero sí conozco tu Cruz
y sé lo que se siente estando frente a ella,
con una bandera roja
para encenderte una vela.
Una vela roja, ¡ y que gotee !
como goteó tu sangre
culpa de una injusticia,
hasta quitarte la vida.
Protector de los viajeros,
de los gauchos y los correntinos,
y de todo aquel, que fiel cumple su promesa,
ante el favor recibido.
Y en el nombre de esas cosas, con el pecho henchido,
grito en la alborada de los pagos mercedinos:
¡Viva el Pay Ubre y Corrientes!
¡Viva el Gaucho Gil, el gaucho correntino!