Haz Ámbar

Paseo solo un poco

Para calmar al animal que habita en mí adentro

fabrico pócimas con el rocío cayendo, 

fabrico pócimas letales, miento

frecuentemente ante nadie solo

en su oasis rojo y plata escultural. 

 

Uno, dos, tres, cuatro almas

a vagar por la hendidura del tedio

que dios te dio en uno de sus arranques de locura

atestiguado por unos cuantos tontos rondando

por los trenes de las fábricas, 

que tienen dientes aún manchados de rabia

aviar descontrolada, radiotelevisada

crónica del cambio en los astros más allá

dejando un rastro de gas sulfuroso. 

Además de dar todo de sí el día, 

ideas mezcladas en brazos del aire

susurrante que emigra a otra parte lejana...