Alejandro Diaz Quero

HUMILDAD Y ARROGANCIA.

 

El humilde solo piensa

en mejorar y crecer,

sin hacerle daño a nadie

ese no es su proceder.

 

El arrogante es difícil

y se cree muy superior,

pero a todos cae mal

creyéndo ser el mejor.

 

La humildad es aceptada

como una gran condición

y todo el que la practica

es digno de admiración.

 

La arrogancia incomoda

y por nadie es bien vista,

porque el arrogante  cree

que es persona muy  lista.

 

La humildad abre puertas

en una sociedad complicada,

porque la persona humilde

siempre es muy educada.

 

Las personas arrogantes

por todos son rechazadas,

pero ellas creen lo contrario

y piensan que son envidiadas.

 

Si usted quiere vivir en paz

piénselo por un instante,

que es mejor ser humilde

y no un odioso arrogante.

 

La humildad es una virtud

la arrogancia es un defecto,

pero no es posible entender

que el arrogante se crea perfecto.

 

Autor: Alejandro Díaz Quero

Villa de Cura,13/02/2022.