¿De qué sirve una tierra hermosa
con líderes fariseos,
qué viven para sus deseos
y se olvidan de la rosa?
Por extender sus dominio
no les importa la paz,
y así ensucian su faz,
acrecentando su ognominio.
Les cortaron el ombligo
sin saber sus proyecciones,
a saber, sus ambiciones:
de nadie ser un amigo.
Tenemos por ejemplo Rusia,
que encarcela religiosos,
pues los considera odiosos,
dizque su nombre ensucia.
¡Pelea de guajolotes,
es la pelea de naciones,
no saben sus intenciones,
solo se sienten grandotes!
Yo, aquí estaré sentado,
esperando en mi creador.
Aquí estaré cayado,
esperando al salvador.
Autor:Bernardo Arzate Benítez