No puedes entender, porqué tanto te quiero,
si dueño de mi amor, tú vas siempre en mi mente,
viviendo en mis recuerdos, ¡cómo el amor primero!
la vida me traiciona, haciéndote presente.
Y no sabré explicar, si es o no verdadero,
pues se destroza el alma, de caricias carente,
mientras la sangre fluye, sin tener derrotero,
se inflama la pasión, con una llama ardiente.
Me refugio en mis letras, en versos y canciones,
la razón no asimila, el corazón alado,
ya se entrega al dolor, ¡pues está enamorado!
La noche se hace eterna, claudican ilusiones.
Amar sin esperanza, ¡Oh, Dios es un castigo!
Hay un mayor temor, ¡perderte como amigo!