Valedelcaa

La certeza de tu partida

Si hubiese tenido la certeza de tu partida:

me quedaba divisando

tus verdes ojos, un poco más.

y tal vez, sosteniendo insistentemente una sonrisa,

siendo esta, un motivo por el cual quieras quedar. 

 

Accedía a que cuentes cada lunar de mi cara,

que acaricies, una vez más, mi nariz. 

y en aquel trance, dejar que las constelaciones

que empañaron esa noche de noviembre, vengan por mí.

 

Si hubiese tenido la certeza de tu partida:

te escribía, para causarte genuinas risas,

más poemas sin sentido;

dejaba de lado el temor a quererte

para no buscarlo cuando ya esté perdido. 

 

Me concentraba más al leer tus manos,

para así saber el cómo, el cuándo

y el por qué huirías de aquí;

para saber cuántos momentos fueron en vano. 

 

Si tan solo hubiese tenido tal certeza:

pero no la tuve, la desconocí en el pasar de los días.

y absorta ante la verdad encubierta,

quedé con el amor en las manos y el alma vacía.