Son las doce de la noche y aun escribo.
Afuera hace frío y la gente invadió las camas,
entre las sabanas se arreglaron los líos
Son las doce y lo que se hace no se dice.
Pero me seduce la fase de luna llena, plena,
así resplandece la diosa Selene y mi mano escribe
Son las doce y las once y antes las diez
y me tienes hoy aquí, a tus pies, a solas,
contando estas oscuras horas mientras
otra vez lloro, y no te enteras, no me ves