Mirando la destreza
de tus manos
sobre la roja piel
del tomate,
pensando cuantos
por esas manos
han pasado
sintiendo la ternura
de esas agrietadas manos
y volando
en pensamientos
cuanto amor desplegado,
pues las ágiles manos
de aquellos tiempos
han perdido
entre grietas aquella
juventud,
solo sé que seguimos
el mismo trazo que la vida
nos tendió, junto al cariño.
Tantos años y tan pocos
mirando su inicio en lontananzas,
así junto a la mesa
dejamos todas nuestras premisas
e inquietudes.Doradas con el amor
que nos profesamos,
rodar recuerdos
ambos siguiendo esta senda
con más cariño
del bueno.
Te miro y vuelvo a ver
tu belleza
que el tiempo no ha sido
tanto como para borrarla.
Tu ternura me convirtió
en un niño que adora tus manos.