Se ha muerto mi grito.
Se ha muerto de cansancio,
de viajar por el viento
y no llegar a tu lado
Se ha muerto mi voz
a unos kilómetros de casa.
En una esquina, sin esperanza.
Vencido, con el rostro mojado.
Se quedó sin fuerza
.... mi grito enamorado.
Lentamente desaparecía,
sin saber cuanto ha faltado.