Melissa 94

ocasos aburridos.

Se me ha enterrado en la dermis el tacto de tus manos, cicatrizaste mi cuerpo con tus besos calados. 

Ahora tu ausencia hace presencia y vigilancia , observa quieta y constante desde la atalaya inexistente de mi habitación.

Perecerè...

Por no ver la magia de tu sonrisa provocando la mía, o admirar los destellos que tu mirada cual caminito de hansel deja miga para que le siga la mia.

Si puedo encontrarte al final del camino, no me importará si eras lobo, leñador o simple niño, habrá valido la Pena

Colgar de bandera mis sentimientos mal queridos y haberte esperado tras los ocasos aburridos .