jorge enrique mantilla

Dicen por ahí

Dicen por ahí

 

Dicen los que se marcharon y nunca más volvieron

Qué la vida es hermosa y al partir, dolor en el alma sintieron

Dicen que las mujeres que dieron vida y con su cajita mágica una vez parieron

La alegría de ver germinar su semilla, con educación y valores en la sociedad crecieron

Dicen por ahí que los poetas y escritores, que en sus bellos versos escribieron

Que los que se quedaron sin amor, lo hermoso de la vida perdieron

Se dice por ahí de aquellos altaneros, soberbios, presuntuosos y en sus malditos egos se subieron

Que la vanidad maldita y prepotente en el interior de su lánguido cerebro la basura, removieron

Dicen de aquellos corruptos, que el erario publico en su riqueza ajena convirtieron

La justicia paquidérmica les soltó las riendas y los barrotes de las celdas rápido rompieron

Dicen de aquellos políticos, que dádivas por sus votos, malnacidos se eligieron

Fue pan de un día y después lágrimas, tristeza y pobreza le ofrecieron

Dicen de aquellos adefesios y malandros, que arrasan la naturaleza y la selva virgen podaron y a su hedionda chequera añadieron

Millones de hectáreas incendiaron y sin aire puro, los árboles gigantes ardieron

Dicen de aquellos líderes que pensaron diferente y una vez con su voz se atrevieron

La zozobra de la muerte en un campo polvoriento, sus amenazas cumplieron

Le advirtieron, a mansalva y a traición, al corazón sangrante e inerte lo hirieron

Dicen de aquellos que han amado con pasión de fuego y con su amor furtivo en la oscuridad huyeron

Fue más el ardor y el deseo carnal, con su fogosidad en un jardín florecido crecieron

Pudo más la envidia, los celos y el resquemor, que los besos pasionarios que se prometieron

Dicen de aquellos miserables y ruines, que tiraron la piedra y luego agazapados se escondieron

En el transcurrir de la vida, en el lodo y en el fango putrefacto se hundieron

Dicen de aquellos que perturbaron la tranquilidad y el sueño amoroso interrumpieron

La intimidad entre cobijas y el placer erótico las alarmas lo impidieron

Dicen de aquellos que critican, juzgan, humillan y avergüenzan y con sus ideas mintieron

Al menospreciar, pisotear y mortificar, a sus horribles vanidades le devolvieron

Dicen que todo lo que sube baja y a la palmera sus cocos sacudieron

Cayeron en picada y a la cabeza hueca sin cerebro hirieron

Dicen por ahí que el político corrupto, que al pobre, humilde y necesitado una empanada y una changua compartieron

La falta de educación y trabajo decente, lo engañaron y en sus gobernantes se eligieron

Dicen que la violencia maldita y malvada en la oscuridad reinante, una emboscada le tendieron

Los llantos y las lágrimas entre sombras, al corazón sangrante vencieron

Dicen por ahí que aquellas personas, que a sus grandes amigos el saludo y la mano tendieron

La fieldad en la tierra, la sonrisa y un café burbujeante compartieron

Dicen de aquellos que han sufrido cáncer y enfermedades catastróficas, que con fuerza y tesón combatieron

Tienen un puesto asegurado en el paraíso, que con honor la vida hermosa, defendieron

Dicen por ahí, que la mujer es un jardín florecido y a la humanidad convencieron

Y con rosas, orquídeas, tulipanes y jazmines, el amor sincero, prometieron

Dicen que los amigos, son esas semillas que una vez germinaron y se esparcieron

Y en la calamidad y en la enfermedad, con su saludo y abrazo al llamado acudieron

Dicen por ahí de aquellos de anécdotas, felicidad y sonrisas, con cervezas y aguardiente gozaron y se divirtieron

En noches de parranda, de bailes y amores, en noches de luna llena de pasión amanecieron

Dicen de aquellos que, con su pasado siniestro y oscuro, en su sangrante corazón con maldad mintieron

En reversa, el pasado les devuelve en vida y de rodillas, el pecado a lucifer, se rindieron

Dicen por ahí de aquellos que la avaricia, el poder y a la riqueza mal habida sucumbieron

En bienes materiales en egos y vanidades al humilde con el azote de la inequidad reprimieron

Dicen que la vida del ser humano es un lucero del alma, que en el horizonte fugaz resplandecieron

Y con lágrimas de alegría y amor sus ojos de felicidad humedecieron

 

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga febrero 15-2022