He venido despechada y apurada a hablarte de ti,
Vine a decirte que no comprendo tu mal proceder.
Hay en ti inauditas conductas que deseo entender.
La verdad es que contigo, en un buen lío me metí.
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No quise hablarte de mis penas, pero no te mentí.
Llegué a ti ilusionada y creyendo tu amor merecer.
No llegué a pensar que tu verdad, la ibas a esconder.
Sin embargo, sé que me fallé, porqué yo lo presentí.
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Me juraste amor eterno y de esa verdad nunca dudé.
Cómo dudar de quién decía amarme hasta la muerte.
Fue esa la más hermosa ilusión y, por eso, te esperaba.
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Debo estar clara de que aún, con mis dudas, yo te amé.
Hoy me llamo a la cordura y sé que yo debo ser fuerte.
Me di cuenta que, de los dos, era yo la que más amaba.