Nunca pensé que el dolor de la vida
fuera tan grande, también fastidioso;
pero viviendo me siento dichoso,
porque el amor cura siempre una herida.
Nunca pensé en una vida sufrida,
siempre soñé con un mundo amoroso,
culto y ameno, sincero y hermoso,
libre de guerras que quitan la vida.
No me detengo y camino el sendero,
porque transito el camino que quiero
donde el amor pueda más que lo malo…
Porque la vida es un bello regalo,
tanto que vivo pensando a futuro...
¡Lleno de amor este mundo inseguro!
¡Brille luz en lo oscuro…!
Cubra ese brillo la niebla nocturna,
quite en mi vida esta faz taciturna.