Me arrancaste el alma constantemente
para mirar como la llevabas en tus juegos
en tus cabriolas y piruetas desafiando la física
germinando la calle de aventuras y hazañas
De pronto todo era quietud
un huracán se convertía en brisa
la tormenta moría en una gota de lluvia
un columpio se detenía en un tímido llanto
y mi alma volvía al estrecharte en un abrazo
En tus ojos de niña, las constelaciones eran pétalos
con una pequeña rama construimos puentes
que nos llevaban a estrellas y a cometas gigantes
un papel era un libro de episodios y amores
y una mancha las letras de un nobel en valores
En tus manos inocentes,
el cielo se convirtió en algodones
donde el aire se colmó de silencios,
que anegaron las flores
hasta llenar de caricias,
al viejo y al duende para henchir ilusiones
Me arrancaste el alma constantemente
y me llenas la vida
Hoy el Sol no se apaga,
aunque llegue la noche
y nos brota una lágrima
o la lluvia no llegue
o se acabe la tormenta
y se disipen los huracanes
Me devuelves la vida con tu voz al oído
cuando entre canto de niña
y ternura adolescente
pronuncias mi nombre,
Te amo Tito