Estoy muerta, y en mi agonía no controlo las lágrimas, las siento correr por mi rostro y cada una va quemando el corazón; se va haciendo negro poco a poco.
Está dejando de sentir o por lo menos lo está intentando porque no puede; no puede dejarte ir, no puede olvidarte y no quiere abandonarte.
Corazón; ya no luches sin sentido, deja que las cosas fluyan como la energía, deja que el tiempo decida el final de esto.
Mi alma lucha por no resignarse mientras sé que lo mejor es eso, la gente dice que no vale la pena, pero ¿cómo pueden decirlo si no han estado cuando todo se vuelve nada y un beso es un suspiro entre nosotros?... yo, no puedo; no puedo porque mi cosmos va más allá de mi cuerpo, porque mi mente dejó de estar en mi para seguirlo… ¿cómo pueden? Yo… no puedo.
Quisiera pensar que en realidad no vales la pena, pero después de nuestro espacio de tiempo sé que eres todo, todo lo que sé y todo lo que anhelo, todo lo que conozco y lo que quiero, simplemente para mí eres ese todo que busqué y me da tanta rabia y tanto miedo que ese todo es nada y otra vez, en mi alma hay nada y a mi alrededor todo.
Alicia Acevedo Inzunza. Todos los derechos reservados ®