Ya perdí la cuenta, de las veces que fui rechazado.
Ya no seré más el apestado,
Ya no seré más el olvidado.
Porque ya te olvidé,
incluso estado cansado,
ya perdí la cuenta de las veces en que fui olvidado,
enterrado y desterrado.
Ya no quiero saber más nada,
porque ya entendí que para ti nunca fui nada.
No te preocupes, no voy a ser nada.
No quiero enamorarme más de ti,
porque eso supone un coste,
y no quiero costearme más arreglos pesados.
Porque mi corazón ya no aguanta el olor a mojado,
porque esto ya se ha acabado. Se acabó el ser bueno contigo,
se acabó el poner el tiempo la dedicación y la mejilla.
Se acabó el sentirse mal por demostrar lo que valgo y brillo,
se acabó dar el todo por el todo, mientras no soy de tu grosso agrado,
se acabó, se a terminado.
C’est fini, y ahora cojo mis sentimientos y te digo adiós y byebye.
Porque entiendo que no me quieres ni queriendo, que no me hablas ni hablando
y que no me tratas ni tratando. Yo no soy un perro que vuelve a tu esquina,
y pide comida china.
No soy un gatito que pide casito, puede que sea un humano,
algo normalito, pero que quede claro que aspiro a la ética, a la razón y a la moral.
Y si me arrastro,
jamás seré lo que anhelo.
Es por eso que te digo que no volveré a enamorarme, porque no me interesa
estar dolido o estar donde no hay solución, dónde todo lo que tienes que decir es un lo siento y un perdón.