Dormiré plasidamente, porque
estoy cansado de esperarte siempre.
Que bonito es, tus mentiras y engaños;
que vas a venir en el ocaso para
quedarte toda la noche, y hasta
el día de hoy cumple, y seguro que
mañana te lamentas; que por tú
estado de salud no viniste; que alegría
tengo, que dormiré plasidamente,
y tú, lo lamento le pediré a Dios, que
no te enfermes, porque tú misma
no crees de tus achaques que no existen.