HIPERSENSIBILIDAD
Es difícil afirmar que es virtud o defecto una fuerte sensibilidad,
a muchas personas los problemas ajenos les causa indiferencia,
es una realidad de la vida y ellas carecen de alguna posibilidad,
pues en su desplazamiento sufren, a menudo, una interferencia.
Aquel dolor del prójimo es totalmente imposible experimentarlo,
captamos duras sensaciones que nos hacen estremecer el corazón,
cada problema en la vida tiene solución, pero hay que enfrentarlo,
todo se vuelve permeable, aunque esté cubierto con un caparazón.
En dos etapas brota sensibilidad extrema: La niñez y la ancianidad,
son fronteras de nuestra existencia cuyo recorrido es una campana,
para lograr la supervivencia se requiere conformar una comunidad,
aunque en infinidad de ocasiones creemos que la muerte está lejana.
En este sendero se debe realizar una inmensa cantidad de sacrificios,
al observar la luz a la salida del túnel nos llena esa dulce satisfacción,
se recuerdan las proezas matemáticas al utilizar tremendos artificios,
pero aquellas imborrables huellas representan una pulcra interacción.
Jaime Muñoz, febrero 16 de 2022