Ahí,
donde la pachamama hizo crecer un vergel que atrae los labios
y alimenta a la humanidad entera,
donde la ternura se vuelve blanca
y nace un sol que calienta las vidas,
construyó su nido no sé qué pájaro oscuro
que amenazaba con exterminarla.
Le han arrancado el nido y ahora,
en el lugar donde estuvo anclado,
un hilo rosado atraviesa su continente llano;
un hilo,
luminoso como la huella de un caracol,
se desliza hacia su brazo más diestro,
y a la sombra de su axila lunar
alza el vuelo una heróica mariposa.